viernes, 20 de enero de 2017

What is this?

- ¿Por qué sigues luchando?

Hay personas que merecen todo.

- Hace tiempo que no hablamos pero recuerdo la última conversación. Igual hasta sigues preguntándote que se siente en el fondo sentado en la misma orilla. Quizás ahora entiendas que crecer es hacer muros cada vez más altos.

Ya no puedes dejar de ser un muro, ¿verdad? A pesar de tanta grieta, aunque exista tanta fisura, aún con tanto resquicio...

- Quien sabe... quizás aún tengo la capacidad de sorprenderte.

Sigues levantando paredes a tu alrededor, separándote del resto, que típico... Por no hablar de lo que odias seguir en pie... Desequilibras tu estado mental para mantenerte, para que tu dolor se retroalimente.

- Entonces, hablamos de miedo, aunque creo que siempre te faltaron fuerzas. Ya sabes que por encima de las personas que dicen lo que piensan, me gustan las personas que hacen lo que dicen, a quien predica con el ejemplo, las palabras solo son palabras.

¿Otra vez vas a sacar lo de la diferencia entre expectativa y realidad? En general, siempre haces más de lo que puedes, pero en realidad es que podrías hacer mucho más de lo que haces. 

- Lo peor es que todavía crees en mi, ¿verdad?

Mas que nunca posiblemente.












viernes, 8 de julio de 2016

En ti mismo.

Se me da genial dejarme barba, perderme en la montaña, fotografiar paisajes, sacar la lengua en instantáneas, observar desde lejos, hacer como que sé que hago con mi vida y música, siempre música.

 Me atrae y destroza la idea de asumir riesgos. Como esas heridas que parece que se curan porque se cierran por los bordes, pero nunca terminan de cerrar. Lo sé por experiencia: si no te puedes abrir, terminas encerrándote en ti mismo. Y ahí nunca llega a entrar nadie. Ni aprendes a salir a tiempo.


 Como quien a fuerza de querer, fue viento de huracán y agua que rodea un barco a la deriva.










martes, 28 de junio de 2016

Autocomplacencia.



A veces, escribo como si nadie me fuera a leer. Otras, sin embargo, escribo para millones de personas que jamás llegarán a leerme. Simplemente, porque creía que las palabras hacen eco en la eternidad si tenian la suficiente fuerza. 

Antes de empezar a escribir, me gustaría pedir disculpas a todos los que he decepcionado durante el año. Es un poco difícil de entender, a veces se puede tratar de hacer algo, a veces puedes estar tan preparado, a veces puedes darlo todo, y que no sea suficiente. Puedes extrapolarlo como quieras porque hagas lo que hagas nunca será suficiente para alguien, aunque ese alguien, puedas ser tu mismo. Todavía, a día de hoy, no he encontrado la llave del éxito, pero he entendido que la llave del fracaso es tratar de agradar a todo el mundo. 

Estoy convencido de que la autocomplacencia es un éxito que deberíamos alcanzar con mayor frecuencia. La catástrofe es pensar que te has equivocado porque no están de acuerdo. Ese día se mentirán las palabras, se equivocarán los mensajes, te autojoderás en diferido y, algún día, pensarás que necesitas ser más fuerte y estar menos triste, cuando lo triste es que necesitarás ser otro para ser tu mismo. 

Porque a ti mismo, es el lugar donde debes volver siempre.




domingo, 6 de marzo de 2016

La Guerra Fría.

"En la guerra, cualquier bando puede llamarse vencedor, pero no hay ganadores, todos son perdedores"

Las relaciones, de todo tipo, son una guerra constante. Una lucha por la supremacía de la razón. La estrategia de ceder y conquistar posiciones para situarte en un lugar privilegiado para la siguiente confrontación. Si te empujan, tira. Si te tiran, empuja. En las guerras triunfan aquellos que saben cuándo luchar y cuando no. Y la mejor guerra es aquella que se gana sin luchar. Saber cuándo tirar, cuándo empujar.

Lo peor son las heridas, la sangre derramada en el paso de los días, las cicatrices que quedan para toda la vida, lo peor es todo aquello que queda en batalla y no vuelve nunca más, todo lo que edificamos roto para siempre, el fuego cruzado que te alcanza en forma de palabras, los movimientos que no deberías haber hecho y aquellos que te acabaron destruyendo. La guerra pasa, siempre pasa, pero nosotros nos quedamos, como aquella esperanza antes de destruirse a sí misma. Y sin esperanza, como todos sabéis, no hay vida.

¿Y la paz?, os preguntareis. La paz, como definió Risto Mejide, es el periodo de tiempo entre dos guerras y, bajo mi punto de vista y creo que en esto podríamos ponernos de acuerdo todos, el mejor momento de una guerra. Aunque, a veces, creo que es mejor tener paz que tener razón. Otras veces, simplemente, recuerdo que la razón es lo único que nos queda para tener paz con nosotros mismos.

La vida te acaba enseñando que se puede perdonar a alguien que tenga algo de oscuridad en su interior, pero jamás se puede perdonar a alguien que teme a la luz.


lunes, 21 de septiembre de 2015

La otra matagalls.

Usted tiene que entender que su cuerpo no está acostumbrado a todo lo que quiere hacer, será un cambio moderado, mientras tendrá que soportar todo tipo de lesiones, volverse muchas veces de entreno con molestias de todo tipo, piénselo fríamente, usted hace meses pesaba más de cien kilos y ahora quiere hacer cosas que están al alcance de pocas personas.  La elongación de la rodilla solo ha sido la consecuencia de todo lo que quieres hacer pero tu cuerpo no puede.

En la consulta mirando por la ventana, no recuerdo más del día, sí como lloraba. Mirándome al espejo, dándome ánimo, la rodilla vendada, el alma destrozada,  y sino fuera por mi mismo estaría mucho más perdido.

Matagalls Montserrat, 81,4 km, 5.670 metros de desnivel acumulado, 20:13 horas. 

La otra Matagalls se cuenta por lagrimas, por frases de animo a tu alrededor, por miradas de dolor perdiéndose en paisajes inigualables, por sufrimiento que no sabes expresar, por los whatshaps que te acercan a los que no están allí, y, sobretodo, por los que están allí, sin ellos nada de esto sería posible.

A mi siempre me dijeron que yo no podía, que porque me apuntaba, que si ya estaba preparado para algo así, que yo no lo conseguiría, que no estaba preparado, que era débil, que corría por moda y algún día me cansaría, algunos no decían nada pero su mirada incrédula calaba en mí, y muchos que aunque no lo habéis dicho lo pensabais. Hoy no estoy aquí para daros una lección, estoy aquí para daros las gracias, gracias por darme la fuerza necesaria para seguir nadando a contra corriente, por dejarme demostrar una vez más, que es imposible vencer al que nunca se rinde y que cuando vosotros decís que no soy capaz, ya estoy comenzando a lograrlo.

Al final, aprender a rendir, no a rendirse. Nunca te conformes, hasta que lo bueno sea mejor y lo mejor, excelente. A vivir a persiguiendo sueños, aliviar el daño, a cargar el peso y seguir corriendo. 

Lo último que quiero decir en esta entrada, que aún siento vuestras palabras, aun oigo "Por huevos, hay que tirar por huevos", las 3 C, cames, cor i collons, por todos los que estuvisteis allí, "El disimulos", "El gemelelas", "El meon" y "El mochilitas retrasmisor", y por la persona que me aguanto en el último tramo, cuando ya no podía ni con mis pedos, tú, tot. Por vosotros cinco hoy redacto estas lineas, gracias.














jueves, 5 de febrero de 2015

¿Educación?

Hacia tiempo que no escribía nada productivo, pero la situación lo merece.

Hoy, tras cuatro meses en la universidad, vengo a exponer la idea de que la sociedad se encuentra estructurada para hacerte común y vulgar. Lo diferente, lejos de ser admirado, debe ser erradicado o cambiado para ser productivo en un sistema capitalista.

Educación primaria es la única carrera que sufre una paradoja en sí misma. El único grado universitario donde se imparten clases sobre innovación pedagógica utilizando un método anacrónico (monologo, de hora y media, sin feedback reconocible). Lo de los docentes es digno de un estudio sociológico o pedagógico. En la variedad está el gusto: desde profesorado "industrializado" trabajando en una cadena de montaje donde califican distintos "niu" como aptos o no aptos, pasando por los que se enorgullecen de sus múltiples querellas o cantidad de suspendidos por año, hasta llegar a los ególatras que gritan aquello de "conmigo o contra mi" golpeándose en el pecho llenos de orgullo. Estoy en un aula donde se me ha privado de hacer un texto con cualquier figura retorica porque "no somos poetas y las narraciones no deben ser bonitas sino correctas". Curso una asignatura donde se nos segrega por "castellanoparlantes" o "catalanoparlantes". Estoy en una carrera donde la meritocracia se encuentra secuestrada por la capitalitocracia. Me encuentro atrapado entre la realidad de mi carrera y el sueño de mi profesión.

El grado de formación del profesorado es una contradicción hasta en el alumnado. Sorprendentes resultan ciertas actitudes realizadas por futuros docentes: Copiar en exámenes (denota habilidad y sangre fría, aunque a su vez demuestra cierta hipocresía y falta de respeto a la profesión que tanto admiráis). Criticar a vuestros compañeros a la espalda y juzgar a las personas sin conocerlas (espero que la madurez os traiga la capacidad suficiente para no hacerlo en vuestra futura profesión con los niños). Escurrir el bulto en trabajos en grupo y no hacer absolutamente nada (creo que esto es lo más grave y digno de un billete a suspender todas las materias). 

La universidad sufre una "mcdonalización" en toda regla. Los conocimientos han de impartirse de forma rápida y en grandes cantidades, atrás queda cualquier atisbo de preocupación sobre la calidad y comprensión de la materia. La mcdonalización convierte las carreras en la esencia del más puro estilo darwinista, solo el fuerte sobrevive. Aquí no hay segundas oportunidades, si tienes un mal día vas a evaluación única o, directamente, vuelva a intentarlo el próximo año. Nos acusan de aplicar teorías de la resistencia (ir a la universidad a aprobar, en vez de aprender) como si estuvieran dando las condiciones para desarrollar algún aspecto cognitivo. La resistencia es la única forma que tenemos algunos de cumplir nuestro sueño contra un sistema que nos impide soñar.


PD: Si algo os ha molestado de este texto, no es culpa mía, sino vuestra.




domingo, 12 de octubre de 2014

Limpiando caos.

He estado pensando en todas aquellas despedidas que tuve que aguantar y ¿sabéis que? Yo no soy demasiado bueno chicas, ni demasiado genial, ni perfecto, que va, más quisiera yo. Lo único es que a mi jamás me importo vaciarme con tal de llenar a otra persona. Que algunos nos inflamos de ilusión como engordan a los cerdos antes de matarlos. Somos pocos los que hemos aguantado discursos sobre lo empaticos que somos, lo feliz que eramos capaz de haceros, lo genial que os resultaba nuestra presencia, lo mucho que nos apreciabais, lo diferente que os resultábamos, pero...  es que lo que viene antes del "pero" no nos suele importar demasiado.

Aún he de escuchar aquello de que yo no me acuerdo de lo que deje marchar, es que no necesito recordar aquello que no se olvida. No olvidéis que yo también sé escribir alegre. Y aquí estoy, cruzándome en la vida de la gente para desordenar todo e irme para siempre. Al fin y al cabo, aún no me he roto lo suficiente para dejar de poner la otra mejilla o partirme la cara si hace falta por una sonrisa. Que no soy gran cosa pero a la hora de la verdad los huevos los ponen los de siempre.

Que al final siempre acaba septiembre y hoy faltan cosas, pero metas y sueños cubren las carencias.