viernes, 8 de julio de 2016

En ti mismo.

Se me da genial dejarme barba, perderme en la montaña, fotografiar paisajes, sacar la lengua en instantáneas, observar desde lejos, hacer como que sé que hago con mi vida y música, siempre música.

 Me atrae y destroza la idea de asumir riesgos. Como esas heridas que parece que se curan porque se cierran por los bordes, pero nunca terminan de cerrar. Lo sé por experiencia: si no te puedes abrir, terminas encerrándote en ti mismo. Y ahí nunca llega a entrar nadie. Ni aprendes a salir a tiempo.


 Como quien a fuerza de querer, fue viento de huracán y agua que rodea un barco a la deriva.