miércoles, 2 de octubre de 2013

Palabras a medias.

Hoy estaba divagando en las nocturnidades de mi extraña rutina, aquí me encontraba yo, leyendo cualquier texto que cayera en mis manos, escuchando cualquier nota que sonará a canción. Cuando sin previo aviso, me han atropellado mis pensamientos, supongo que ha sido sin querer, doy por hecho que ha sido sin ninguna intención pero como en todo lo inesperado, ha acabado por suceder.

Nunca creí que cinco letras hicieran tanta palabra, no imaginaba que el silencio de un termino que no se pronuncia calará tan hondo. Yo también soy de los que piensan que ese día en algún lugar del mundo, algún niño dejo de creer en la magia. 
Adiós, supongo, adiós. Asumiendo así que volveremos a vernos, pero jamás volveremos a encontrarnos.

Supongo que porque no quise escuchar, hacer oídos sordos de tanta realidad a gritos. No he querido leer tanta verdad como aquella que decía: "Las peores despedidas no son las que hacen que alguien se marche, sino las que hacen que alguien nunca esté del todo. Y si cierro los ojos puedo retroceder en el tiempo, pero no puedo cambiarlo




No ha llovido mucho desde entonces, pero lo poco que ha llovido nos ahogó a los dos.