viernes, 11 de julio de 2014

Nudos mentales.

Me pregunto donde estará mi mensaje de buenos días que me recordaba que hasta un lunes puede ser bonito. Aún no entiendo porque le mentimos al destino, hipotecando lo inexpugnable, suicidándonos, prometiéndonos. Hablamos con sinceridad porque olvidamos que una mentira también es una promesa incumplida. Hoy mentiré, siendo sincero, estoy cansado de que por ser diferente me acabe rompiendo. Y si vivimos para dejar recuerdos, adulterar no es olvidar, es destruirlos. Andar por la calle sin recordar lo que fuimos, los que se hacen cortes y los que escribimos. Estoy limpiando la sangre de cada página, que yo las paso, pero doblo las esquinas. 



A veces esperamos demasiado de otras personas, sólo porque nosotros estaríamos dispuestos a hacer más por ellas.