Los mejores momentos de la vida, son los que realmente se olvidan, todos nos acordamos de los momentos malos que hemos pasado, de cuando hemos estado ingresados y de que, pero nadie se acuerda de aquel momento en el parque jugando con un cubo y una pala, o cuando corriamos en el parque dia y noche trás un esferico balón, nadie se acuerda de aquellas personas que en su dia fueron importantes y nos cambiaron la vida, y ahora mismo ya no estan o incluso odiamos, nadie se acuerda cuando todo era paz, cuando ser un power ranger preucupaba más que ser un abogado o un famoso. Porque nadie se acuerda de aquellos momentos, nadie los tiene limpios en el alma, nadie se acuerda de esos pequeños detalles que hoy nos hacen ser estas grandes personas (en algunos casos por supuesto). Pero seguramente te acuerdas cuando mordiste el polvo, cuando la vida te dio una ostia con la mano abierta, y como aquellos dias de infancia tambien lloraste escondido en tu habitación, de los amigos que estubieron allí y de los que no estubieron. Te acuerdas exactamente del dolor que sufriste porque aun tienes esas secuelas, pero tambien recuerdas esa persona, esa persona que estubo ahí, que hizo más que su función de amigo, más que un hermano, un salvador, todos hemos pronunciado esa magica frase de... sino fuera por él/ella... quien sabe. Esa persona que hace de lo complicado sencillo, y de lo sencillo, algo rematadamente facil. Esa persona que te facilita la vida, que a su lado todo va cuesta abajo por muy alta que sea la montaña. Esa persona que solo viendote la cara sabe hacer un analisis detallado de lo que te pasa, con pelos y señales, horas y dias.
Porque todos almacenamos muchas cajas de buenos y felices momentos, pero los tabiques de nuestra vida, los cementos que sustentan nuestra persona, estan bañados por esos momentos, donde el tabique aguanto y jamás volverá a caer, y si cae, se volverá a levantar.
