Algunos sienten amor por esas gotas, por ese descanso de tanto lluvia, de tanto temporal, de tanta borrasca, aunque el cielo envidie tormenta, a pesar de que el arcoiris no quiere lucir su esplendor todavía, que al final se detenga ese vendaval porque algunos necesitan descansar de tanta precipitación.
Para los que se preguntan, no me he hecho meteorólogo. Tan solo sé que es salir de una tormenta, sin paraguas, sin refugio, sin chaqueta, al borde de la lipotimia y cerca de la hipotermia. Por suerte ahora sé que todo esto me ha pasado porque cuando hay que mojarse, no me mojo, me calo. Aún así cada día me preguntan que a que viene tanta frialdad reafirmando una vez más que hasta el sol se reparte injustamente. Tan solo espero que a partir de ahora se anticipen litros de chubascos bajo ese par de ojos rodeados de nube y sigan cayendo estas cuatro gotas.
"Que si vienen tiempos de tormenta no te hundas, aprende a bailar bajo la lluvia"