jueves, 5 de febrero de 2015

¿Educación?

Hacia tiempo que no escribía nada productivo, pero la situación lo merece.

Hoy, tras cuatro meses en la universidad, vengo a exponer la idea de que la sociedad se encuentra estructurada para hacerte común y vulgar. Lo diferente, lejos de ser admirado, debe ser erradicado o cambiado para ser productivo en un sistema capitalista.

Educación primaria es la única carrera que sufre una paradoja en sí misma. El único grado universitario donde se imparten clases sobre innovación pedagógica utilizando un método anacrónico (monologo, de hora y media, sin feedback reconocible). Lo de los docentes es digno de un estudio sociológico o pedagógico. En la variedad está el gusto: desde profesorado "industrializado" trabajando en una cadena de montaje donde califican distintos "niu" como aptos o no aptos, pasando por los que se enorgullecen de sus múltiples querellas o cantidad de suspendidos por año, hasta llegar a los ególatras que gritan aquello de "conmigo o contra mi" golpeándose en el pecho llenos de orgullo. Estoy en un aula donde se me ha privado de hacer un texto con cualquier figura retorica porque "no somos poetas y las narraciones no deben ser bonitas sino correctas". Curso una asignatura donde se nos segrega por "castellanoparlantes" o "catalanoparlantes". Estoy en una carrera donde la meritocracia se encuentra secuestrada por la capitalitocracia. Me encuentro atrapado entre la realidad de mi carrera y el sueño de mi profesión.

El grado de formación del profesorado es una contradicción hasta en el alumnado. Sorprendentes resultan ciertas actitudes realizadas por futuros docentes: Copiar en exámenes (denota habilidad y sangre fría, aunque a su vez demuestra cierta hipocresía y falta de respeto a la profesión que tanto admiráis). Criticar a vuestros compañeros a la espalda y juzgar a las personas sin conocerlas (espero que la madurez os traiga la capacidad suficiente para no hacerlo en vuestra futura profesión con los niños). Escurrir el bulto en trabajos en grupo y no hacer absolutamente nada (creo que esto es lo más grave y digno de un billete a suspender todas las materias). 

La universidad sufre una "mcdonalización" en toda regla. Los conocimientos han de impartirse de forma rápida y en grandes cantidades, atrás queda cualquier atisbo de preocupación sobre la calidad y comprensión de la materia. La mcdonalización convierte las carreras en la esencia del más puro estilo darwinista, solo el fuerte sobrevive. Aquí no hay segundas oportunidades, si tienes un mal día vas a evaluación única o, directamente, vuelva a intentarlo el próximo año. Nos acusan de aplicar teorías de la resistencia (ir a la universidad a aprobar, en vez de aprender) como si estuvieran dando las condiciones para desarrollar algún aspecto cognitivo. La resistencia es la única forma que tenemos algunos de cumplir nuestro sueño contra un sistema que nos impide soñar.


PD: Si algo os ha molestado de este texto, no es culpa mía, sino vuestra.