miércoles, 30 de marzo de 2011

Puntos de vista.


Deja de intentar entenderlo que yo tambien muero de intentos. Y yo tambien intente intentar entenderme. Mi punto de vista deja lo que es real y respira aires predictivos, aspira sensaciones y acaba suspira esperanzas. Asistidos mis pulmones a ellas como a un ventilador, aire para seguir viviendo, se infla y se desinfla como quien vive de ilusión, porque cuando haces lo correcto la sensación de equivocarse es solo una sensación, la letra pequeña de este contrato son las clausulas de restricción, esas que te dicen que no importa lo de antes, lo importante es el adiós, son rimas entre textos, son textos de corazón, nadie sabe lo que expreso porque esa es mi intención, nadie sabe para quien va a esto porque no lo sé ni yo. Ahora que es suficientemente tarde, ahora que vivir temprano no es una opción.

Ahora que no importa nada, porque ya nada importó.

sábado, 12 de marzo de 2011

Las apariencias engañan.

Las apariencias engañan y no solo engañan sino que te comen. Te comen hasta el punto que cuando quieres sentir el mordisco ya te han robado alguna parte de ti, aunque solo sea tu tiempo, lo más facil de perder, lo imposible de recuperar. Te crees unas cosas y después te das cuenta que todo era muy distinto a como lo habias planeado y simplemente te vuelves a dar cuenta, el único engañado eres tú, otra vez, volverás a darte esas charlas en forma de introspección para recordarte que no puedes ser más imbecil, que la próxima vez será diferente, que no volverás a caer, no, que coño, no habrá próxima vez porque nadie te volverá a engañar. Aunque pronto volverás a conjurarte a ese olvido que ya te tutea o volverás a confiar en esa persona, volverás a sonreír aunque quizás con menos fuerza, volverás a creer pero nunca ciegamente, puedes querer con todo tu corazón y te lo podrán romper, podrás volver a querer con todo tu corazón aunque ahora solo tengas la mitad, y así podrás seguir confiando con tus mitades de otras mitades. Hasta que tu amistad que había sido lo más puro del mundo acabe colgando el cartel de cerrado por defunción. Ni paréntesis, ni treguas, ni plazos, entonces todo acaba, dos visiones, muchos quizás, algunos porques, pero un solo punto, y esta vez no es suspensivo.