Aún he de escuchar aquello de que yo no me acuerdo de lo que deje marchar, es que no necesito recordar aquello que no se olvida. No olvidéis que yo también sé escribir alegre. Y aquí estoy, cruzándome en la vida de la gente para desordenar todo e irme para siempre. Al fin y al cabo, aún no me he roto lo suficiente para dejar de poner la otra mejilla o partirme la cara si hace falta por una sonrisa. Que no soy gran cosa pero a la hora de la verdad los huevos los ponen los de siempre.
Que al final siempre acaba septiembre y hoy faltan cosas, pero metas y sueños cubren las carencias.